El
pasado mes de mayo, desde el Programa Municipal de Educación Afectivo-sexual
SIN MIEDO, se conmemoró el 17 DE MAYO “DÍA INTERNACIONAL CONTRA LA LGTBIfobia”
Para
ello se llevaron a cabo diversas actividades:
- IZADO DE BANDERAS
LGTBI Y TRANS y LECTURA DE MANIFIESTO
-CONFERENCIA “INFANCIA
Y ADOLESCENCIA TRANS*. ABORDANDO LA REALIDAD DE LA DIVERSIDAD”, a cargo de la
Asociación CHRYSALLIS
- MUESTRA DE CORTOS
EN LOS IES: Virgen de Valme, Cantely, Jesús del Gran Poder, IBN Jaldún y
Vistazul
Desde este programa consideramos necesario el seguir luchando contra cualquier acto que atente contra la libertad sexual y derechos humanos. Reconocer la diversidad sexual es signo de una sociedad más justa, igualitaria y tolerante.
#ladiversidadnodiferenciaenriquece.
Aquí os dejo algunas fotos de las distintas actuaciones y el manifiesto a cargo de la asociación
Chrysallis.
MANIFIESTO
Hoy, 17
de mayo de 2018 conmemoramos que hace 28 años la OMS decretó retirar la
homosexualidad del listado de enfermedades mentales, no hizo lo mismo con la
transexualidad por lo que la celebración se nos antoja incompleta. En 2005, se
celebró por primera vez el Día contra la LGTBIfobia, coincidiendo con esta
fecha crucial para el avance de los derechos humanos de las personas LGTBI.
Sin
embargo y a pesar de haber transcurrido casi 3 décadas, la transexualidad sigue
siendo considerada como trastorno, sigue siendo abordada como una patología en
el Estado español. En el marco de una sociedad y unas instituciones
abiertamente patriarcales, machistas y ciscentristas, la libertad de identidad
sexual y de género sigue siendo una necesidad no reconocida, un derecho
vulnerado, a pesar de ser recogido en diferentes Declaraciones de Derechos a
nivel estatal, europeo e internacional.
Los
avances, como las diferentes propuestas legislativas que hay en el Congreso ,
admitida a trámite en estos momentos, son absolutamente insuficientes. La propuestas se enfrenta a las enmiendas de los
distintos grupos políticos y aún siendo aprobadas, no garantiza la desaparición
de la violencia grave y explícita que sufren las personas transexuales. Violencia
que se traduce en dificultades en el acceso a los derechos más básicos en todos
los ámbitos: personal, laboral, sanitario, educativo, deportivo y cultural
entre otros.
La
despatologización de la transexualidad es un paso imprescindible, pero no es suficiente
por sí solo. Exigimos el fin de las políticas ciscentristas que invisibilizan y
estigmatizan. Que invisibilizan los cuerpos. Que invisibilizan las aportaciones
sociales, culturales y educativas de las personas trans. Es violencia
transfóbica dificultar el acceso a la documentación de identidad. Es violencia
transfóbica no nombrar todas las corporalidades en su diversidad. Es violencia
tranfóbica negar el acceso a tratamientos por una cuestión de edad. Es
violencia transfóbica negar la posibilidad de las personas a desarrollarse
laboralmente. Es violencia transfóbica prohibir a las personas participar en
las actividades culturales, deportivas y comunitarias y expresarse en las
mismas desde sus diversas identidades.
Estas
violencias, estos abusos, dañan. Profundamente. En ocasiones, matan.
Literalmente. Por eso, desde Chrysallis, exigimos que se garantice el derecho a
la identidad y a la dignidad de todas las personas, exigimos políticas activas
y eficaces que aseguren espacios de seguridad para les niñes y adolescencia trans así como
medidas específicas que contribuyan a la eliminación de todas las violencias y
abusos que a día de hoy, siguen sufriendo las personas transexuales.
Reivindicamos
trámites eficaces y ágiles en los procesos de acceso a la documentación de
identidad. Requerimos instituciones libres de políticas discriminatorias así
como personal formado y capaz para dar respuesta a una sociedad diversa.
Demandamos visibilidad de las realidades trans en los materiales y espacios
educativos, deportivos y culturales. Apostamos por una ciudadanía consciente,
crítica e informada que contribuya al impulso de medidas que garanticen la
desaparición de las opresiones que generan tanto sufrimiento y frustración.
Porque es la mirada externa, son los obstáculos y abusos de este sistema
ciscentrista lo que daña, lo que oprime, lo que en ocasiones, mata.
Hoy
alzamos nuestra voz por una sociedad diversa, justa, real, libre de opresiones,
libre de miedo, de abusos, de agresiones. Una sociedad libre de discursos de
odio y de instituciones transfóbicas. Sin compromiso social y político el
avance no será posible.